Artista invitada: Sabrina Schvartzbard
La serpiente arco-iris
Aprendimos el valor del trabajo en equipo y lo sorprendente
del arte colectivo, arte público y muralismo. A partir de un
relato indígena toba, construimos entre todos a la serpiente-
arco iris. ¡Guarda vecinos de Saavedra, que dicen que pica!
Luego, Giuli (8 años), inspirada en la historia, dibujó y pintó una parte utilizando texturas de diferentes materiales:
Tridimensión
¡Entramos al fantástico mundo de la tridimensión!
A partir de historias e imágenes, cada niño eligió su animal, dibujó su contorno sobre lienzo y lo pintó dos veces. ¿Dos veces? Así es... escucharon bien, dos veces. Las profes cosieron las dos partes y las rellenaron con algodón. Así nos quedaron unos originales muñecos para jugar, ¡hechos por nosotros mismos!
Con ustedes: el tigre de Juani, el caballo blanco de Juli y el perezoso de Giuli.
¡Aplausos a los pequeños grandes artistas!
El niño rojo
Después del azul,
llegó el turno del intenso y vibrante color rojo.
A partir del cuento "El niño rojo"
que relata el valor de la diversidad cultural,
dibujamos al personaje principal de esta historia
con marcadores negros sobre acetatos transparentes.
Con un fondo pintado con diferentes tonalidades de rojo,
el mundo sin color de nuestro personaje,
se convirtió en un mundo rojo.
El niño rojo según Juani (siete años)
El niño rojo según Giuli (siete años)
"El niño rojo con su familia roja" por Juli (siete años)
Para leer el cuento intercultural: http://liburucasal.blogspot.com.ar/2008/11/el-nio-rojo.html
Colores
Los colores nos dan vida, nos hacen vibrar y nos producen diferentes sensaciones.
Por eso, decidimos investigar un poco sobre su historia.
El primero que tomamos como referencia es el color AZUL.
Para ello, nos sumergimos en diferentes mares, jugando con sus distintas tonalidades, texturas y universos.
Les mostramos cómo quedaron algunos trabajos...!!!
El mar de Giuliana, 7 años
El mar por Julieta, 7 años
El mar según Roco, 3 años
Tintas
Una mancha de tinta hace un árbol y muchas manchas hacen un bosque.
En esta clase experimentamos con la tinta china y sus inagotables posibilidades.
¡Y miren qué buenos bosques logramos!
El bosque de Giuliana (siete años)
El bosque de Sasha (siete años)
El bosque de Juli (siete años)
Los extravagantes Fajaplores
Les compartimos una bella narración que nos inspiró la primera clase del taller.
Un poético relato para niños acerca de la importancia de la diferencia y la aceptación del otro.
Recomendamos su lectura
y les transcribimos a continuación una versión más cortita inspirada en la original: "Cuentos de fájaros y plores" del escritor argentino Jaime Correa.
Este cuento comienza como una historia de pájaros y flores.
Después algunas letras cambiarán de lugar.
Ocurre que sabemos mucho más de pájaros que de flores.
De las flores ni siquiera sabemos que miran y ven.
Pero: ¿por dónde miran las flores?
Los ojos de las flores, como los de todos nosotros,
están cerca de la boca.
Entonces tenemos que buscar los ojos de las flores abajo de la tierra, en sus raíces,
donde está la boca de las flores.
donde está la boca de las flores.
Pero como nadie los busca ahí, nadie los encuentra.
Sin embargo, las flores miran y ven.
Y ven las cosas diferente a como las ven los pájaros.
Los pájaros ven las cosas desde arriba
y las flores como si nos acostamos boca arriba en el piso.
Esta historia comienza cuando un pájaro y una flor se atrevieron a charlar.
Y resultó que el pájaro veía un auto ASÍ y la flor ASÁ.
El pájaro ve una mujer alta ASÍ y la flor ASÁ.
Un vendedor de globos ASÍ y ASÁ.
Y el pájaro le contaba a la flor cómo él veía el mundo;
y la flor le contaba al pájaro cómo ella lo veía.
Y discutían y charlaban.
A veces se ponían de acuerdo y otras veces no.
Y juntos fueron construyendo el mundo.
Resulta que los otros pájaros le empezaron a decir
"Tú ya no eres pájaro sino fájaro porque en tu modo de ver tienes cosas de flores".
Y las otras flores le decían a la flor
"Tu ya no eres flor sino plor porque tienes cosas de pájaros".
El fájaro se sintió solo entres los pájaros
y la plor sola entre las flores.
Pero se tenían el uno al otro y se hicieron amigos.
Y así nacieron los fajaplores
llamados así porque tienen cosas de flores y de pájaros.
Por ejemplo: echan perfume al cantar,
tienen patitas en forma de raíces
y flores en lugar de plumas.
¡Qué se yo! Miran el mundo de dos formas,
patas para arriba arriba y patas para abajo.
La verdad que son un poco locos y extravagantes
los fajaplores.
Les gusta volar bajo la tierra y enterrar sus raíces en el viento.
A partir de este relato, hicimos unos hermosos collages con pinturas, telas, papelitos de colores, algodón, y muchas cosas más! Entre ellos, les presentamos los coloridos y extravagantes fajaplores de Giuli (siete años):
Un fajaplor más fajaro que plor.
Sin embargo, las flores miran y ven.
Y ven las cosas diferente a como las ven los pájaros.
Los pájaros ven las cosas desde arriba
y las flores como si nos acostamos boca arriba en el piso.
Esta historia comienza cuando un pájaro y una flor se atrevieron a charlar.
Y resultó que el pájaro veía un auto ASÍ y la flor ASÁ.
El pájaro ve una mujer alta ASÍ y la flor ASÁ.
Un vendedor de globos ASÍ y ASÁ.
Y el pájaro le contaba a la flor cómo él veía el mundo;
y la flor le contaba al pájaro cómo ella lo veía.
Y discutían y charlaban.
A veces se ponían de acuerdo y otras veces no.
Y juntos fueron construyendo el mundo.
Resulta que los otros pájaros le empezaron a decir
"Tú ya no eres pájaro sino fájaro porque en tu modo de ver tienes cosas de flores".
Y las otras flores le decían a la flor
"Tu ya no eres flor sino plor porque tienes cosas de pájaros".
El fájaro se sintió solo entres los pájaros
y la plor sola entre las flores.
Pero se tenían el uno al otro y se hicieron amigos.
Y así nacieron los fajaplores
llamados así porque tienen cosas de flores y de pájaros.
Por ejemplo: echan perfume al cantar,
tienen patitas en forma de raíces
y flores en lugar de plumas.
¡Qué se yo! Miran el mundo de dos formas,
patas para arriba arriba y patas para abajo.
La verdad que son un poco locos y extravagantes
los fajaplores.
Les gusta volar bajo la tierra y enterrar sus raíces en el viento.
A partir de este relato, hicimos unos hermosos collages con pinturas, telas, papelitos de colores, algodón, y muchas cosas más! Entre ellos, les presentamos los coloridos y extravagantes fajaplores de Giuli (siete años):
Un fajaplor más fajaro que plor.
Y un hermoso fajaplor con más cosas de plor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)